En la madrugada de este sábado 6 de marzo, Christopher Antony Tavares Coelho y Letícia López Fonseca fueron condenados a 32 y 29 años de prisión, respectivamente, por haberle quitado la vida a su hija después de haberla tor-tu-ra-do un día completo.

El hecho sucedió en Poços de Caldas, en el estado de Minas Gerais, Brasil y la niña fue identificada como Ana Lívia López da Silva de tan solo tres años de edad. El relato de las autoridades obtenido por la confesión de los acusados es el siguiente:

Leticia, quien era la madre de la niña confesó que el día anterior su pareja, Christopher, se había enojado mucho con Ana Livia porque ella se había orinado en la cama y le dio una bofetada.

Christopher, quien era su padrastro dijo que la niña rompió el castigo y estaba jugando y brincando y con eso sentía que le había faltado el respeto.

Leticia narra que cuando se levantó ese día a las 8:30 de la mañana, encontró a su pareja con la niña introducida en una tina de agua fría, ya que a la niña no le gustaba el agua fría. En ese momento la estaba tor-turan-do.

La niña estaba casi desmayada pero cociente. La madre la llevó a la cama y la acostó, la niña se sentía culpable todavía por haberse orinado y haber desobedecido el castigo y con voz entrecortada dijo “Ya no lo vuelvo a hacer” y se desmayó.



Tomado de Miranda en los comentarios.