Santo Domingo, RD.-Manteniendo viva la censurable práctica de firmar contratos concebidos para cuestiones de interés nacional, específicamente por congresistas que recurren, sin titubear, a los golpes de “plumazos a ciegas” en las salas legislativas, el país contempla nueva vez un espectáculo de descrédito que ya hace sentir su caída de mal gusto y repudio en sectores de la población.