Niño de 3 años contrae el virus de Powassan por mordedura de garrapata.
Cuando la madre de Jonny Simoson notó algo en la espalda del pequeño de 3 años mientras este jugaba en la piscina de un amigo y se dio cuenta de que era una garrapata, no titubeó en actuar: sabía de primera mano la importancia de removerlas de inmediato pues años atrás su hija mayor había contraído la enfermedad de Lyme por la mordedura de una
En cuestión de minutos, incluso antes de que la garrapata lograra adherirse a la piel, la sacó y pensó que allí terminaría la historia. “Removimos con éxito la garrapata que no estaba incrustada y continuamos la playdate”, relata en un post de Facebook.
Jamás imaginó que ese instante en el que la garrapata se posó en su hijo bastaría para que le transmitiera la rara y peligrosa enfermedad por el virus de Powassan que -según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades- puede causar inflamación de las membranas alrededor del cerebro y la médula espinal.
No lo sabría hasta mucho después.
Esta es la diminuta garrapata que extrajeron de la espalda de Jonny y que le transmitió el virus potencialmente mortal. Crédito: cortesía familia Simoson
“Yo insistía que en que le había picado una garrapata, pero daba negativo para Lyme”
Al cabo de dos semanas de la aparentemente inofensiva mordedura de garrapata que apenas dejó una diminuta protuberancia roja, Jamie recibió una llamada de la guardería indicándole que su hijo parecía enfermo. “Estaba decaído, no tenía apetito y se quejaba de dolor de cabeza”, cuenta Jamie Simoson en Facebook.
Progresivamente fue empeorando.
Pruebas de covid-19, estreptococo y de orina dieron negativo, por lo que el pediatra les dijo que probablemente era algo viral y tenía que correr su curso.
Pero su instinto les decía que había algo más. Una noche la fiebre se elevó tanto que tuvieron que correr al hospital. “En ese punto me estaba desmoronando”, dice Simoson a Today.
“Cada vez hablábamos con alguien, yo insistía en que le había picado una garrapata, pero había dado negativo para la enfermedad de Lyme”, agrega.
Tests adicionales indicaron que Johnny tenía tres veces más cantidad de glóbulos blancos de lo normal, una clara señal de infección.
El niño estaba inerte en los brazos de su madre cuando los médicos recomendaron transferirlo a otro hospital de Pennsylvania, a dos horas y media, para hacerle más pruebas. Al llegar allí, sus latidos del corazón habían comenzado a disminuir.
No había tiempo que perder y todavía no contaban con respuestas.
Afortunadamente descartaron una temida hemorragia cerebral y finalmente una resonancia magnética dio con parte del diagnóstico: una inflamación del cerebro y los tejidos circundantes llamada meningoencefalitis.
Aproximadamente una semana después le dieron de alta y, poco después de eso, se enteraron de que resultados de la punción lumbar habían dado positivo para el virus de Powassan.
“Llamé a mi esposo y le dije: ‘Tienes que estar bromeando. Todo el tiempo fue esa pequeña y estúpida garrapata. Lo sabía’”, comentó a Today Show.
Ni siquiera viviendo en un área boscosa donde las garrapatas son frecuentes, Jamie y su familia habían escuchado del virus de Powassan. “Lo busqué en Google y pensé: ¿Qué diablos es esto? ¿Cuáles eran las probabilidades?”.
Aunque muchas personas portadoras del virus de Powassan no tienen síntomas, este puede presentarse con fiebre, dolor de cabeza, vómitos, debilidad y hasta causar una enfermedad severa con encefalitis o meningitis que se manifiestan con confusión, pérdida de coordinación, dificultad para hablar y convulsiones.
Suelen aparecer de una semana a hasta un mes después de la mordedura de la garrapata infectada.
1 de cada 10 personas con enfermedad severa por el virus de Powassan que afectó a Johnny mueren. La mitad de las que se recuperan tienen secuelas a largo plazo.
La familia Simoson se mantiene optimista, pues han visto gran mejoría en el pequeño que ya puede caminar de nuevo, jugar y reír, aunque todavía tiene algunas dificultades para hablar y debilidad en la parte izquierda del cuerpo.
Decidieron documentar su historia en una página de Facebook para crear conciencia sobre el virus de Powassan y los peligros de las mordeduras de las garrapatas.
“Si hemos aprendido algo en los últimos dos meses es que simplemente no hay suficiente conciencia o investigación en lo que respecta a la enfermedad transmitida por garrapatas en general, específicamente Powassan”, escriben en Facebook.
Allí cuentan que lograron conocer a un familiar del primer niño que fue diagnosticado con el virus de Powassan en la década de los 50. El nombre del virus respo de Powassan (Ontario) donde este vivía con su familia.
La mejor manera de protegerse contra estas enfermedades es evitar la mordedura de las garrapatas, que suelen habitar en la grama, arbustos o la piel de animales como los venados. Si vas a estar al aire libre asegúrate de usar repelente, vestirte con pantalones y camisa manga larga y de revisar tu cuerpo cuando regreses a casa.
Para remover una garrapata adherida en alguna zona de la piel usa pinzas y procura agarrarla lo más cercano a la cabeza que sea posible. Luego jala hacia arriba. Es importante no utilizar remedios caseros para quitar las garrapatas, como cubrirlas de barniz de uñas o de vaselina, o aplicarles calor hasta que se desprendan de la piel.
Univision41
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