El Vaticano sanciona a obispo acusado de abusar de menores durante 20 años.
El Vaticano reveló este jueves que ha impuesto restricciones al obispo Carlos Filipe Ximenes Belo, ganador del Premio Nobel de la Paz, señalado por medios europeos de abusar sexualmente de niños en Timor Oriental, en el Sudeste Asiático, informa The Vatican News.
Ximenes Belo fue investigado por primera vez por la Santa Sede en 2019 a raíz de las denuncias de víctimas que rompieron su silencio tras más de 20 años, detalla el medio.
Según el presidente de la Conferencia Episcopal de Timor, Norberto Do Amaral, el prelado —que fue apartado de su cargo en 2002 tras salir a la luz las primeras acusaciones en su contra— ahora tiene prohibidos algunos desplazamientos, que solo puede efectuar con «un permiso del Vaticano».
Matteo Bruni, el portavoz de la Santa Sede, aclaró que a Ximenes Belo se le impusieron ciertas restricciones disciplinarias en septiembre de 2020, luego de que su caso llamara la atención de las autoridades vaticanas por primera vez.
Las declaraciones del Vaticano surgen a raíz de publicarse este miércoles una investigación realizada por el semanario neerlandés De Groene Amsterdammer, en la que se acusa al obispo de haber agredido a adolescentes entre la dácada de 1980 y los años 2000.
El artículo recoge testimonios de dos víctimas que contaron sus historias sobre cómo fueron agredidos sexualmente por el clérigo y menciona a otros afectados que no querían compartir su lamentable experiencia en los medios de comunicación.
Para indagar en los presuntos crímenes cometidos por Ximenes Belo, el semanario contactó a un total de veinte personas informadas sobre el caso. Más de la mitad conocen personalmente a una víctima, mientras que otros están al tanto de los abusos.
El obispo, que fue una figura muy respetada entre los timorenses orientales, llegando a ganar en 1996 el Premio Nobel por su papel en la defensa de los derechos humanos en el país durante la ocupación indonesia, habría abusado de su posición de poder sobre los niños que vivían en la extrema pobreza, según dijo Paulo, una de las víctimas, a De Groene.
«Sabe que los niños no tienen dinero. Por eso, cuando los invitaba, llegaban y les daba algo de dinero […]. Esa es la forma en que lo hacía», explicó Paulo. «Teníamos miedo de hablar de ello», agregó.
Los abusos se habrían prolongado durante mucho tiempo. Según las investigaciones del periódico, Ximenes Belo también abusó de menores antes de ser obispo, a principios de los años 80, cuando era superior de un centro educativo.
Deultimominuto.
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