Exigen «cobro de piso» a quienes hacen «la vuelta por México».
Tijuana.- El «cobro de piso», la extorsión del crimen organizado que está en niveles récord en México, ha alcanzado a los albergues de migrantes en la frontera con Estados Unidos, donde activistas temen cerrar los refugios ante las amenazas de muerte que han recibido de las bandas.
Lo que antes se consideraba un secreto a voces entre defensores de migrantes en Tijuana, la mayor urbe del límite norte de México, lo han denunciado públicamente los directivos y coordinadores de estos refugios, donde reportan acoso, infiltraciones del crimen, extorsiones y amenazas de muerte.
Banda Aceves aseguró este lunes a EFE que las amenazas devienen, principalmente, por resguardar a migrantes y mexicanos desplazados por la violencia, de quienes “el crimen se aprovecha para lucrar de distintas formas ante la situación adversa en la que se encuentran”.
El ‘cobro de piso’, como se llama en México a la extorsión en la que un grupo criminal exige dinero a organizaciones y empresas, ha crecido un 45,3 % durante la presidencia de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) ante el sexenio anterior, denunció la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en mayo.
Tan solo de enero a abril pasado, hubo 31 víctimas por día, más de una extorsión por hora, señaló la Coparmex con base en datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Barrales contó a EFE que “las amenazas de muerte” ha recibido “son relacionadas por el albergue”, por lo que ahora siente que vive “con un botón de pánico en todos lados”.
“Este año he recibido cuatro amenazas de muerte, me han roto los cristales del carro y me han hecho muchas cosas más fuertes, muchas compañeras se han ido (de Tijuana) por esa situación, pero nosotras seguimos, continuamos enfrentando la realidad”, enunció.
Portela refirió que otra problemática que han identificado son las infiltraciones del crimen en los propios albergues para convencer a los migrantes de que paguen para cruzar por la frontera de forma irregular, “una táctica que muchas veces deriva en el secuestro y la extorsión”.
“En el albergue de hombres hemos identificado dos casos de polleros (traficantes de personas) infiltrados, y en el albergue de mujeres tres casos. Se internan para reclutar”, detalló.
Estas infiltraciones también las detectó el albergue Misión Ágape Mundial, en una zona conflictiva de Tijuana, donde su director, el pastor Albert Rivera Colón, ha denunciado estos sucesos porque “agravan la estancia de los desplazados que, de por sí, ya vienen huyendo de entornos de violencia”.
“Los malosos que han violentado a los migrantes en sus lugares de origen han venido a Tijuana a buscarlos y seguirlos amedrentando”, afirmó.
Banda Aceves también narró que grupos delictivos llegan a Tijuana a buscar a las víctimas que están escapando de ellos en otras ciudades de México y de Latinoamérica.
DEULTIMOMINUTO.
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