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RD Congo: Pena de muerte para 37 acusados «intento de golpe».


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Benjamin Zalman Polun, Marcel Malanga y Tyler Thompson, ciudadanos estadounidenses sospechosos junto a un grupo de unas cincuenta personas de estar implicados en un intento de golpe de Estado en el Congo

37 acusados en la República Democrática del Congo fueron condenados a muerte por un tribunal militar de Kinshasa, acusados de participar en un “intento de golpe de Estado” que el Ejército afirma haber frustrado en mayo.

“El tribunal pronuncia la sentencia más firme: la pena de muerte”, declaró el comandante Freddy Ehume, presidente de la corte reunida en la prisión militar de Ndolo, al leer el veredicto para cada uno de los acusados. El juicio se celebra desde principios de junio en ese penal, donde están encarcelados los acusados.

Freddy Ehume, juez presidente del tribunal militar de Kinshasa-Gombe, pronuncia el veredicto sobre el supuesto intento de golpe de Estado durante el juicio en Kinshasa, República Democrática del Congo, 13 de septiembre de 2024.
Freddy Ehume, juez presidente del tribunal militar de Kinshasa-Gombe, pronuncia el veredicto sobre el supuesto intento de golpe de Estado durante el juicio en Kinshasa, República Democrática del Congo, 13 de septiembre de 2024. 
Los condenados a muerte fueron declarados culpables de conspiración criminal y atentado terrorista, así como de terrorismo, salvo uno de ellos.

De los 37 condenados a muerte, seis son extranjeros: tres ciudadanos nacidos en Estados Unidos, así como un belga, un británico y un canadiense, los tres nacionalizados congoleños.

Los acusados, vestidos con uniformes de prisión azules y amarillos, que llevaban horas sentados en sillas de plástico tras unas barricadas, mantenían una expresión seria en sus rostros.

Los abogados defensores anunciaron que apelarán, para lo cual disponen de cinco días para presentar el recurso.

De un total de 51 acusados, 14 fueron absueltos: la investigación demostró que no tenían “ninguna relación” con el caso, indicó el tribunal.

El anuncio fue seguido de un clamor de los asistentes, entre los que había familiares que escucharon la lectura del fallo, que duró más de cuatro horas, en la gran carpa instalada en uno de los patios de la prisión que hace las veces de tribunal.

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