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EL JET SET, CONVERTIDO EN UNA PASARELA DE LUTO, ENTONACIÓN DE ALABANZAS Y ACTOS DE BONDAD




Al acercarse una semana del funesto colapso de la discoteca Jet Set, las afueras del local, ubicado en el sector El Portal, en la avenida Independencia, Distrito Nacional, se han convertido en punto para entonar música cristiana y colocación de flores, un gesto comenzado el pasado jueves con un joven voluntario.



Personas que perdieron a sus seres queridos, los que no perdieron a nadie pero acuden por solidaridad, creyentes o simplemente curiosos  acuden cada tarde a encender velones y entonar música cristiana, como acto de honor a las 226 almas perecidas la noche del lunes. Todo un contraste a lo ocurría durante años en la discoteca más clásico de Santo Domingo.



Cuando la tarde del domingo, los congregados cantaban adoraciones, encendían velas,  una lluvia los obligó a refugiarse en una plaza, pero allí continuaron  los cánticos. Al parar la precipitación, como 40 minutos después, el grupo se reunió nuevamente y encendieron los velones que se apagaron con el agua.



La temática consiste en, luego de cantar varias alabanzas, uno de los miembros emite unas palabras de aliento o de fe. María Marcelino sirvió de voluntaria y aprovechó la oportunidad para pedir a los presentes acercarse más a Dios y a compartir en familia.

Banderas de otros países
Además de las flores y velas, se colocó la bandera tricolor dominicana y  de otros países como Colombia, México y Venezuela, país último que amaba la música de Rubby Pérez y que perdió a más de 10 de sus nacionales la noche del derrumbe.

Una joven que omitió su nombre dijo que estaba fuera del país al momento de la tragedia, aterrizó ayer sábado y en la tarde acudió al Jet Set a colocar un velón, como gesto fraternal.  

Para su sorpresa, encontró a una amiga llevando flores en memoria a su hermana que perdió en el "lunes bailable", el cual amenizó Rubby Pérez. El domingo regresó con su pequeño hijo, a quien puso a colocar una frase en el mural de recuerdos.

La señora Iris Pérez vive cerca del lugar y por tres días seguidos ha acudido junto a sus vecinos  cada mañana a organizar los velones y flores  colocados el día anterior. "Ahora estoy haciendo una pieza con salmo con los nombres de los fallecidos y comencé hoy a colocarlas", manifestó la señora Iris.

También, las monjas Iris y Karla, de la congregación Operarias misioneras del Sagrado Corazón de Jesús, cercana a la tragedia, acuden todos los días a entonar alabanzas, junto a un grupo de hermanos.

El "cajón" negro de cemento que quedó del Jet Set es vigilado por varios agentes de la Policía Nacional, mientras que el tránsito por la Independencia se ha ralentizado, debido a la multitud.

Fuente: Diario Libre 

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