Marihuana en México: qué implica el fallo de la Suprema Corte y qué dudas plantea su decisión
Es una decisión histórica que abre la puerta a la legalización de la marihuana en México.
Este miércoles, la Suprema Corte del país (SCJN) declaró inconstitucional la prohibición absoluta del consumo recreativo del cannabis.
"El derecho fundamental al libre desarrollo de la personalidad permite que las personas mayores de edad decidan -sin interferencia alguna- qué tipo de actividades lúdicas desean realizar", argumentó la Corte al admitir dos amparoscontra la prohibición absoluta del uso recreativo de la marihuana .
Según el tribunal, ese mismo derecho "protege todas las acciones necesarias para materializar esa elección".
Pero, ¿en qué consiste exactamente este fallo y qué repercusiones puede tener?
Jurisprudencia
La última decisión del máximo tribunal de México invalida los artículos de la Ley de Salud que prohíben actividades relacionadas con el uso personal o consumo de cannabis , entre ellas sembrar, cultivar, cosechar, preparar, poseer y transportar.
Y como la del miércoles fue la quinta decisión de la Suprema Corte en el mismo sentido, se creó jurisprudencia.
Es decir, todos los tribunales del pa ís deben respetar su interpretación.
En teoría eso significa que cualquier ciudadano podrá solicitar un permiso a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para cultivar y consumir marihuana con fines recreativos, y si la dependencia lo niega podrán recurrir a un amparo y cualquier juez debe resolver a su favor.
La SCJN, sin embargo, aclaró que el fallo se limita al cultivo y al consumo, perono permite la comercializa ci ón de marihuana "ni utilizar otros estupefacientes o psicotrópicos".
México Unido Contra la Delincuencia, una organización civil que promueve la legalización de la marihuana, consideró que la decisión de la Corte Suprema tiene un "valor fundamental" ya que abre el camino a la regulación del uso personal de cannabis en México.
"Las cinco decisiones judiciales de la primera sala de la SCJN confirman que el modelo prohibicionista es inconstitucional y que México debe transitar hacia la regulación de las drogas para mejorar las condiciones de justicia y paz en el país", dijo Andrés Aguinaco, abogado de la asociación.
El turno del Congreso
La decisión de la Suprema Corte también obliga al Congreso a modificar la legislación respectiva al cultivo y consumo de la marihuana.
El siguiente paso es que la Corte notifique su decisión al poder legislativo a fin de iniciar el proceso de reforma y asegurar el respeto a los derechos de los usuarios, sin necesidad de que estos acudan a los tribunales solicitar un amparo.
Pero la gran duda es qué camino seguirán los legisladores para cumplir con esta obligación.
Por lo pronto, el uso medicinal de la marihuana está despenalizado en México desde el 2017.
Y el próximo gobierno de México, que tomará posesión el 1 de diciembre, se ha manifestado a favor de despenalizar la marihuana, en un intento por combatir la violencia ligada al narcotráfico que ha sumido al país en una espiral de violencia sin precedentes en los últimos años.
"Es una buena decisión de la Corte, creo que la tendencia en el mundo es hacia la liberación del consumo lúdico y médico, y creo que es sintonizarse con esa tendencia que ha ganado terreno en el mundo", dijo el futuro secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, tras el fallo judicial.
"Con la aprobación de la liberalización del uso de marihuana estimamos nosotros, por la experiencia en otros países, que tendría una incidencia favor a de la reducción de la violencia y la inseguridad", agregó.
"Este es un día histórico", dijo también Fernando Belaunzaran, un defensor de la reforma y miembro del opositor Partido de la Revolución Democrática (PRD). "El Congreso ahora tiene que actuar para regular el uso de la marihuana en México", agregó.
Los que se oponen
No todos, sin embargo, están de acuerdo con la estrategia del gobierno.
Organizaciones civiles como la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) han advertido en el pasado que legalizar la producción de marihuana es un camino equivocado.
"La experiencia internacional muestra lo contrario, porque los delincuentes siguen vendiendo en el mercado negro", dijo el vocero de la organización, Marco Tulio Mendoza.
Otros como Salvador Abascal, de la Comisión Mexicana de Derechos Humanos, creen que aumentará el consumo , sobre todo en menores de edad.
Pero el combate al narcotráfico y los enfrentamientos entre cárteles rivales en México han dejado unos 170.000 muertos y alrededor de 30.000 desaparecidos en los últimos diez años.
Y aunque la legalización de la marihuana no solucionará el problema, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador cree que puede ayudar.
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El año en el que México legalizó (brevemente) las drogas
El 5 de enero de 1940, el presidente de México Lázaro Cárdenas hizo algo verdaderamente revolucionario: promulgó el nuevo Reglamento Federal de Toxicomanías.
La legislación eliminó los viejos edictos punitivos sobre los delitos de drogas, autorizó a los médicos a recetar narcóticos a los adictos, estableció clínicas ambulatorias para ayudarlos y formuló peticiones más amplias para tratarlos como enfermos y no como criminales.
Menos de un mes después de la firma, el reglamento entró en vigor.
La venta y la compra de pequeñas cantidades de drogas, incluida la marihuana, la cocaína y la heroína, fueron efectivamente despenalizadas .
Los delincuentes a pequeña escala fueron liberados de la cárcel y de las clínicas de adicción a las drogas de la ciudad.
Los agentes de policía redujeron drásticamente los arrestos por delitos de drogas y se establecieron media docena de dispensarios en Ciudad de México.
Algunos periodistas mexicanos conservadores pensaron que con la medida se corría el riesgo de provocar una ola de delincuencia en el país. Pero la mayoría la consideró un gran éxito .
A mediados de marzo de 1940, al menos 1.000 adictos asistían a los dispensarios diariamente a comprar pequeñas dosis controladas de cocaína y morfina bajo supervisión médica y a valor de mercado.
Los médicos y periodistas se pronunciaron a favor del cambio.
"Atraer (al adicto) —en lugar de perseguirlo—, registrarlo y someterlo a tratamiento médico y psicológico (...) constituirá un medio fundamental para combatir la adicción ".
Lo mismo opinaban los toxicómanos.
Un adicto a la heroína sin hogar conocido como "Rompepechos" testificó: "Solo queremos que digan la verdad (...), que nos dosifiquen según nuestro estado físico para que podamos reintegrarnos a la sociedad y regresar a nuestros trabajos".
"Ahora lo están haciendo. Dígale a sus lectores que estamos muy agradecidos con la Secretaría de Salud, muy agradecidos", agregó.
Los bajos precios que ofrecían esas clínicas también paralizaron el comercio ilegal.
La morfina del gobierno se vendía a 3,20 pesos el gramo. En la calle, la misma cantidad de heroína costaba entre 45 y 50 pesos. Además, estaba muy diluida con lactosa, carbonato de sodio y quinina. Un gramo puro probablemente costaba cerca de 500 pesos.
Esos precios socavan los distribuidores: los traficantes de Ciudad de México perdían 8.000 pesos al día.
Sin embargo, antes de que pasaran seis meses, la legislación fue anulada .
El 7 de junio de 1940, el gobierno declaró que la escasez de cocaína y morfina debido a la guerra impedía que el plan funcionara. El mes siguiente se introdujo de nuevo la antigua legislación punitiva de 1931.
La breve historia del coqueteo de México con la legalización tiene una profunda resonancia contemporánea.
Desde 2006 hasta 2016, se estima que la guerra de México contra las drogas le ha costado la vida a aproximadamente 160.000 personas.
La legalización sigue siendo un tema controvertido.
Sin embargo, en todo el mundo hay voces que instan a que cambie la política frente a las drogas. Los expertos alaban el éxito del experimento de Portugal con la despenalización, mientras que los estados de Estados Unidos compiten para recaudar los ingresos fiscales de la marihuana legalizada.
Hasta el conservador diario británico Times escribió que la adicción debía tratarse como un problema de salud más que como un delito.
En la atmósfera internacional actual, la política de México de 1940 parece curiosamente profética .
Aunque dejó varios interrogantes. ¿Por qué legalizaron las drogas? Y si fue tan exitoso, ¿por qué lo detuvieron de repente?
"El mito de la marihuana"
En muchos sentidos, la legalización mexicana fue una creación de un hombre: Leopoldo Salazar Viniegra.
Médico de formación, estudió psiquiatría y neurología en Francia antes de regresar a México.
En 1938 fue puesto a cargo del Hospital de Drogadicción de Ciudad de México. El lugar estaba repleto. Al igual que EE.UU . , México encerraba a miles de adictos cada año .
Durante los siguientes dos años, Salazar escribió una serie de artículos académicos y participó en entrevistas de prensa que no solo criticaban elstatus quo prohibicionista sino que también establecían el marco para un mejor sistema.
En esencia, sus argumentos fueron triples.
En primer lugar, en su trabajo inicial, "El mito de la marihuana", argumentó que los peligros de la marihuana eran muy exagerados . Revisando sistemáticamente los estudios médicos sobre la sustancia, señaló imprecisiones, rumores y aplicaciones erróneas de los datos.
En una pieza particularmente poderosa se burló de la posición de los doctores estadounidenses ante la droga, que aseguró que estaba basada en citas erróneas de la poesía inspirada por el hachís de l poeta maldito Charles Baudelaire .
Salazar también presentó su propia investigación sobre el tema llevada a cabo durante siete años entre una amplia gama de pacientes, incluidos drogadictos, locos, un puñado de colegas médicos y políticos desprevenidos e incluso su sobrino de 9 años, que una vez había fumado por equivocación uno de sus cigarrillos con marihuana.
Concluyó que, independientemente de la clase social, la educación o la edad, la marihuana no hacía más que secar los labios, enrojecer los ojos y producir una sensación de hambre.
En segundo lugar, en una serie de artículos y entrevistas con la prensa, Salazar argumentó que la drogadicción debe tratarse como un problema de salud pública y no como un delito.
Sobre la base de su trabajo sobre la marihuana, afirmó que no había un vínculo intrínseco entre la adicción a las drogas y la criminalidad .
De hecho, era solo el alto precio de las drogas, generado por la prohibición, lo que llevaba a los usuarios a cometer crímenes, argumentó.
En lugar de atiborrar las cárceles con los usuarios, Salazar sugirió una combinación de educación, tratamiento farmacológico y ayuda psiquiátrica.
En tercer lugar, Salazar propuso poner fin a la prohibición y establecer un nuevo monopolio estatal de drogas .
La prohibición, argumentó, había generado el mercado de drogas ilegales, y detener a los narcotraficantes era casi imposible.
Además, el comercio ilegal tenía dos consecuencias suplementarias importantes: corrompía a la fuerza policial mexicana , a la que se le pagaba para proteger a los grandes comerciantes de drogas, y aumentaba los precios, forzando a los usuarios a cometer delitos .
Como resultado, razonó, la mejor manera de lidiar con la adicción a las drogas no era a través de la prohibición, sino del control estatal. Un monopolio estatal de drogas que vende drogas a precios de mayorista sacaría a los concesionarios del negocio, reduciría la corrupción policial y le permitiría a los usuarios alimentar sus hábitos sin recurrir al delito.
Las conclusiones de Salazar estaban adelantadas a su tiempo .
Basadas en una amplia investigación médica y presentadas de una manera inteligente, racional y algo irónica, en muchos sentidos se hacen eco de las críticas contemporáneas a la política de drogas.
El rol de Estados Unidos
Entonces, si el experimento de legalización de México fue un éxito, ¿por qué terminó tan rápido?
Según la declaración oficial del gobierno, las restricciones a las importaciones de morfina y cocaína causadas por la guerra en Europa hicieron que el sistema fuera inviable.
Pero hubo más detrás del fin del experimento que eso. En cierto modoinevitablemente, involucró a Estados Unidos .
Desde que Salazar comenzó a expresar su apoyo a la legalización, los cruzados antidrogas de EE.UU. habían intentado presionar al gobierno mexicano para que lo detuviera.
John Buckley, un aduanero de Texas, calificó los planes de Salazar como"las efusiones de un maldito negro educado" .
Pero fue el puritano jefe del Buró Federal de Narcóticos, una de las agencias predecesoras de la DEA, Harry Anslinger, quien finalmente le puso punto final al experimento.
Apenas cinco días después de la introducción de la ley, el departamento de Estado de EE.UU. invocó las enmiendas de 1935 a la Ley de Importación y Exportación de Estupefacientes.
Las enmiendas le permitieron a EE.UU. establecer un embargo de exportación de narcóticos como la morfina y la cocaína cuando considerara que los objetivos de un país no eran ni médicos ni científicos.
Aunque el Ministerio de Asuntos Exteriores de México intentó argumentar su caso alegando que el experimento estaba funcionando y era ciertamente más eficiente que el sistema punitivo anterior, Anslinger y el departamento de Estado permanecieron desafiantes.
En mayo de 1940, todas las exportaciones de morfina y cocaína fueron suspendidas.
Sin la cooperación de las compañías farmacéuticas alemanas bloqueadas por la guerra, las autoridades mexicanas se vieron obligadas a renunciar .
Benjamin Smith , el autor de este artículo, es profesor de H istoria de América Latina en la Universidad de Warwick, especializado en la historia moderna de México .
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México: la polémica "pacificación" que propone López Obrador para terminar con la cruel guerra del narco en su país
Paz, reconciliación, perdón, amnistía, legalización. Algunas de las palabras clave en la estrategia del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, para terminar con la violencia por la guerra contra el narcotráfico.
La propuesta se prepara con la participación de expertos, organizaciones civiles, víctimas y familiares de personas desaparecidas, a través de una serie de foros que inician este martes en Ciudad Juárez, Chihuahua.
El objetivo es construir un proceso de paz que permita la reconciliación y en muchos casos, aplicar justicia en homicidios y desaparición de personas.
El nivel de impunidad en estos delitos, según datos oficiales, es de 98% en promedio.
En un país que vive una inédita ola de violencia y donde según especialistas este gobierno puede terminar con más de 154.000 asesinatos , la propuesta causa controversia.
Parte de la estrategia contempla, por ejemplo, legalizar el cultivo de marihuana para fines lúdicos y permitir la siembra de amapola para uso farmacéutico.
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También se plantea un proceso de amnistía para algunos detenidos o encarcelados por participar en el narcotráfico.
Otro elemento es crear comisiones de la verdad para resolver algunos de los casos más polémicos los últimos años, como la desaparición de 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa .
Y busca, además, el desarme, la desmovilización y reinserción de los miembros de la delincuencia organizada.
"Espada de Damocles"
Algunos no están de acuerdo con el programa de AMLO, como se conoce en México al presidente electo.
Organizaciones civiles como la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) advierten que legalizar la producción de marihuana es un camino equivocado.
"La experiencia internacional muestra lo contrario, porque los delincuentes siguen vendiendo en el mercado negro ", advierte el vocero de la organización, Marco Tulio Mendoza.
Otros como Salvador Abascal, de la Comisión Mexicana de Derechos Humanos, creen que aumentaría el consumo, sobre todo en menores de edad.
"La amenaza de las drogas pende como la espada de Damocles sobre nuestros hijos y sobre nuestros nietos", advierte.
Pero en el equipo de López Obrador creen necesario aplicar una táctica distinta a la de los últimos dos gobiernos , que privilegió el combate militar al narcotráfico.
"Dos gobiernos de fallidas estrategias en materia de seguridad obligan al siguiente a hacer una modificación", le dice a BBC Mundo Loretta Ortíz, coordinadora del Consejo Asesor para Garantizar la Paz.
Es el organismo responsable de organizar la serie de encuentros con la sociedad civil, llamada "Foros para trazar la ruta de pacificación del país y reconciliación nacional".
"Como lo ha dicho López Obrador, no se va a arreglar esta situación a través más balas y violencia. Se demostró que es fallido".
La estrategia
El plan para terminar con la violencia se va a concluir después de los 18 foros y encuentros ciudadanos que se realizarán en varias regiones del país, señala Ortíz.
Algunos elementos se conocen desde la campaña electoral, y otros se añadieron tras los comicios del 1 de julio como la decisión de crear comisiones de la verdad para investigar y resolver algunos de los casos más graves de violación a derechos humanos .
Un ejemplo son las fosas clandestinas localizadas en el municipio de San Fernando, Tamaulipas, donde según organizaciones civiles puede haber cientos de personas.
Muchos fueron secuestrados cuando viajaban en autobús hacia la frontera norte. Otros vivían en comunidades vecinas.
Las desapariciones iniciaron en 2011, uno de los años más violentos en la guerra contra el narcotráfico. Las autoridades suspendieron la búsqueda de cuerpos desde hace varios años.
Otra comisión de la verdad investigará la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa, ocurrida el 26 de septiembre de 2014.
Olga Sánchez Cordero, propuesta como próxima secretaria de Gobernación, dice que el objetivo de estos organismos es encontrar elementos para sancionar a los responsables de las masacres o desapariciones.
"Todo, teniendo como eje central de esta pacificación los derechos de las víctimas que tienen en este proceso, el derecho a la verdad", señala.
Éste es uno de los elementos novedosos en la estrategia que diseña AMLO: establecer un sistema de justicia transicional que permita la reconciliación.
La polémica amnistía
Este modelo transicional se aplica en países que sufrieron conflictos armados, represión o crímenes de lesa humanidad que no puede resolver su propio sistema de justicia.
Son casos de graves violaciones de derechos humanos cometidas de manera sistemática.
"Eso ha venido sucediendo en México con estos 12 años de guerra contra el narcotráfico", le dice a BBC Mundo Tania Ramírez, directora de Política de drogas de la organización México Unido contra la Delincuencia (MUCD).
Un sistema de justicia de esta naturaleza "permitiría conocer la verdad histórica de qué está pasando en comunidades o poblaciones afectadas por la guerra contra el narcotráfico".
A partir de allí se puede construir un proceso de memoria que incluya no sólo la reparación del daño, sino la garantía a las víctimas de no repetición de esos hechos.
"La justicia transicional se ha usado en muchos contextos a lo largo del mundo, en particular en Guatemala o Perú" explica Ramírez.
"Más recientemente fue clave en el acuerdo de paz de Colombia. Hay muchos esquemas, hay que ver cuál se adapta a México".
La estrategia incluye una de las propuestas más controvertidas del virtual presidente electo: amnistiar a algunas personas que participan en la cadena de la delincuencia organizada .
Se trata, por ejemplo, de campesinos que siembran marihuana o amapola por necesidad económica, o porque fueron obligados por bandas de narcotráfico.
También beneficiaría a jóvenes obligados a colaborar con carteles, o encarcelados por traer una dosis mínima de drogas, explica Loretta Ortíz.
No a los capos
En este proceso no entran los jefes de carteles, bandas de robo de combustible, homicidas o secuestradores, por ejemplo.
"Ellos no son sujetos de amnistía, no se va a amnistiar ningún crimen o delito vinculado con el uso de la violencia, y menos aún cuando sean crimen es de lesa humanidad".
El tema es particularmente sensible en la desaparición de al menos 30.000 personas durante la guerra contra el narcotráfico , según organizaciones civiles.
Son pocos los casos que se han resuelto, la mayoría porque sus restos fueron localizados por grupos de ciudadanos que buscan en fosas clandestinas, a veces sólo con las manos.
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Una de las propuestas que analiza el equipo de AMLO es promover una ley de reducción de penas, aplicable a detenidos que aportan información para resolver crímenes o encontrar desaparecidos.
Podría ser una alternativa, porque en estos casos el tema es claro: la reconciliación y un eventual perdón requiere n , primero, un acto de justicia.
"Está como pegado, va junto, es concomitante: no se habla de perdón ni olvido, y menos en los crímenes de lesa humanidad".
"No puede haber perdón ni reconciliación si primero no hay justicia".
Fuente:BBC NEWS/MUNDO.
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