Pelosi y Trump chocan sobre posibles investigaciones a su gobierno
Los demócratas recuperaron el control de la Cámara de Representantes centrándose en asuntos de justicia social, pero hay un sector dentro del partido que exige abrir investigaciones contra Trump.
Durante una rueda de prensa en el Capitolio, Pelosi afirmó que su partido buscará consenso con Trump donde pueda, pero no abandonará su obligación constitucional, dentro del sistema de “controles y equilibrios”, de poner freno a la Administración cuando sea necesario.
Aunque los demócratas tienen una larga lista de prioridades legislativas, como el cuidado de salud o inversiones en la infraestructura, no está claro que éstas tengan cabida con los republicanos en el Senado, o que Trump quiera promulgarlas para darles victorias políticas.
Preguntada por este diario sobre si fue un error que los demócratas mantuvieran silencio sobre la retórica incendiaria de Trump contra los inmigrantes, Pelosi afirmó que su partido ganó al centrarse en asuntos como el cuidado de salud, evitando la “trampa” del volátil tema de inmigración.
“Trump contra los demócratas”
Desde que llegó al poder en enero de 2017, Trump ha atacado sin parar a Pelosi y al resto del liderazgo demócrata, acusándolos de “obstruccionismo”, y tachándolos de “débiles” en materia de seguridad fronteriza y de promover “fronteras abiertas”.
Tras la derrota republicana en la Cámara Baja, está claro que el mandatario no aparcará su tono combativo. De hecho hoy advirtió de que adoptará una postura “beligerante” frente a la oposición.
Durante una rueda de prensa de casi hora y media en la Casa Blanca, Trump advirtió de que si bien está dispuesto a trabajar de forma bipartidista con los demócratas en asuntos como infraestructura, el control de los precios de las medicinas o política comercial, tomará represalias contra éstos -con la ayuda de sus aliados republicanos en el Senado- si se empecinan en investigar a su gobierno.
Es decir, Trump recurrió a una especie de “extorsión”, condicionando su voluntad bipartidista a que los demócratas desistan de sus planes de investigar presuntos casos de corrupción en su Administración, o de obligarlo a que divulgue sus declaraciones de impuestos “aún bajo auditoría”.
“Ellos (los demócratas) pueden entrar en ese juego, pero nosotros podemos jugarlo mejor, porque tenemos una cosa llamada el Senado de EEUU… puedo ver que sea algo extremadamente bueno para mi políticamente porque creo que soy mejor en ese juego que ellos, en realidad, pero ya veremos”, afirmó Trump desde el Salón Este.
El mandatario se refería a que los republicanos del Senado también podrían abrir investigaciones sobre presuntas irregularidades de los demócratas.
En tono triunfalista, Trump se atribuyó crédito porque los republicanos ampliaron su mayoría en el Senado y porque, con su “vigorosa” implicación en la contienda electoral, logró amortiguar “significativamente” la victoria demócrata en la Cámara Baja.
Lo cierto es que, en medio de una gran polarización en el país, la mayoría de los expertos duda de que ambos partidos puedan trabajar de forma bipartidista, sobre todo porque Trump apela a su base con retórica que causa grima entre demócratas e independientes.
“Si el presidente Trump quiere gobernar (sin obstáculos) en estos dos últimos años que le quedan, debe buscar la manera de bajar el tono anti-inmigrante y trabajar con los demócratas”, dijo a este diario José Aristimuño, estratega demócrata y presidente de “NOW Strategies”.
Según Aristimuño, Trump se ha buscado los problemas con la oposición al no ser “transparente” y no respetar su cargo en el Ejecutivo.
Futuro político de Pelosi
Pelosi, de 78 años, hizo historia en 2007 al convertirse en la primera mujer en asumir la presidencia de la Cámara de Representantes, puesto que mantuvo hasta 2011, cuando los republicanos recuperaron el control de ese órgano legislativo aupados por el movimiento ultraconservador “Tea Party”.
Una veintena de líderes del Partido Demócrata exigen “rostros frescos” en puestos de liderazgo, aunque un mayor número está “endeudado” con Pelosi por su espaldarazo en la contienda.
Por ahora ningún se ha presentado para disputar el puesto que la legisladora californiana ha mantenido, como líder de la minoría o mayoría –según la suerte del partido en las urnas-desde 2003.
Trump dijo en Twitter que Pelosi “merece” el puesto, pero Pelosi afirmó que no se trata de merecer o no algo sino de lo que cada candidato pueda ofrecer para avanzar la agenda demócrata.
“Creo que soy la mejor persona para avanzar hacia la unificación, para negociar” con los republicanos, subrayó Pelosi.
Los demócratas realizarán unas elecciones internas el próximo 28 de noviembre, con la meta de someter a voto el futuro de Pelosi en pleno de la Cámara Baja el próximo 3 de enero. Desde la minoría, los republicanos, también tendrán sus elecciones internas para escoger a sus líderes.
Pelosi, conocida por su enorme habilidad para recaudar fondos y mantener la disciplina de partido en las votaciones en el Congreso, se apoyó en dos latinos para elaborar la victoria demócrata en las urnas, aprovechando el descontento de las mujeres y minorías contra Trump.
Los comicios de mitad de término, los primeros bajo la presidencia de Trump, sirven de antesala a la contienda presidencial de 2020, en la que nuevamente los votantes definirán al partido que lleve las riendas en el Congreso y la Casa Blanca.
Aunque en este ciclo electoral los demócratas ampliaron su apoyo entre las mujeres y las minorías y los votantes en los suburbios, siguen afrontando el desafío de ampliar su apoyo en zonas rurales del país, si su meta es impedir la reelección de Trump.
“Los demócratas usaron una estrategia de 50 estados promoviendo asuntos como el cuidado de salud, que les permitió ganar escaños republicanos desde Nueva York hasta Iowa y Oklahoma, y ganar gobernaciones desde Maine hasta Nuevo México… los demócratas seguirán expandiendo su mapa porque ya no hay distrito o estado demasiado republicano en los que no puedan competir”, dijo a este diario Juanita Tolliver, analista del Centro para el Progreso Estadounidense (CAP).
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Fuente: El Diario.
La líder de la minoria demócrata en la Cámara Baja, Nancy Pelosi, enumera las prioridades de su partido para 2019, tras recuperar el control de ese órgano legislativo. Foto: María Peña/impremedia
WASHINGTON—Al saborear el triunfo de su partido en la Cámara de Representantes, la líder de la minoría demócrata en ese órgano legislativo, Nancy Pelosi, afirmó este miércoles que el Congreso servirá de contrapeso a los excesos del presidente Donald Trump, quien le advirtió de represalias si la oposición persiste en investigar a su gobierno.
Tras los comicios de mitad de término de ayer, los demócratas salieron del “desierto” político en el que habían estado desde 2010 al recuperar el control de la Cámara de Representantes, aunque los republicanos mantuvieron el del Senado, lo que allana el camino a más parálisis político en Washington o a que ambos partidos negocien soluciones consensuadas a los asuntos más apremiantes del país.
Como mayoría en la Cámara Baja a partir de enero próximo, los demócratas tendrán control de la agenda, el calendario político y las presidencias de los comités en ese órgano legislativo, lo que aumenta las expectativas de que puedan lanzar investigaciones sobre asuntos como los escándalos de la Administración Trump; su política migratoria; la presunta colusión de la campaña presidencial de Trump con Rusia en 2016 y las finanzas de las empresas Trump.
Muchos en la base demócrata, incluyendo donantes multimillonarios como Tom Steyer de “NextGen America”, han aumentado las presiones para que se inicie un juicio político contra Trump.
WASHINGTON—Al saborear el triunfo de su partido en la Cámara de Representantes, la líder de la minoría demócrata en ese órgano legislativo, Nancy Pelosi, afirmó este miércoles que el Congreso servirá de contrapeso a los excesos del presidente Donald Trump, quien le advirtió de represalias si la oposición persiste en investigar a su gobierno.
Tras los comicios de mitad de término de ayer, los demócratas salieron del “desierto” político en el que habían estado desde 2010 al recuperar el control de la Cámara de Representantes, aunque los republicanos mantuvieron el del Senado, lo que allana el camino a más parálisis político en Washington o a que ambos partidos negocien soluciones consensuadas a los asuntos más apremiantes del país.
Como mayoría en la Cámara Baja a partir de enero próximo, los demócratas tendrán control de la agenda, el calendario político y las presidencias de los comités en ese órgano legislativo, lo que aumenta las expectativas de que puedan lanzar investigaciones sobre asuntos como los escándalos de la Administración Trump; su política migratoria; la presunta colusión de la campaña presidencial de Trump con Rusia en 2016 y las finanzas de las empresas Trump.
Muchos en la base demócrata, incluyendo donantes multimillonarios como Tom Steyer de “NextGen America”, han aumentado las presiones para que se inicie un juicio político contra Trump.
Durante una rueda de prensa en el Capitolio, Pelosi afirmó que su partido buscará consenso con Trump donde pueda, pero no abandonará su obligación constitucional, dentro del sistema de “controles y equilibrios”, de poner freno a la Administración cuando sea necesario.
Aunque los demócratas tienen una larga lista de prioridades legislativas, como el cuidado de salud o inversiones en la infraestructura, no está claro que éstas tengan cabida con los republicanos en el Senado, o que Trump quiera promulgarlas para darles victorias políticas.
Preguntada por este diario sobre si fue un error que los demócratas mantuvieran silencio sobre la retórica incendiaria de Trump contra los inmigrantes, Pelosi afirmó que su partido ganó al centrarse en asuntos como el cuidado de salud, evitando la “trampa” del volátil tema de inmigración.
“Trump contra los demócratas”
Desde que llegó al poder en enero de 2017, Trump ha atacado sin parar a Pelosi y al resto del liderazgo demócrata, acusándolos de “obstruccionismo”, y tachándolos de “débiles” en materia de seguridad fronteriza y de promover “fronteras abiertas”.
Tras la derrota republicana en la Cámara Baja, está claro que el mandatario no aparcará su tono combativo. De hecho hoy advirtió de que adoptará una postura “beligerante” frente a la oposición.
Durante una rueda de prensa de casi hora y media en la Casa Blanca, Trump advirtió de que si bien está dispuesto a trabajar de forma bipartidista con los demócratas en asuntos como infraestructura, el control de los precios de las medicinas o política comercial, tomará represalias contra éstos -con la ayuda de sus aliados republicanos en el Senado- si se empecinan en investigar a su gobierno.
Es decir, Trump recurrió a una especie de “extorsión”, condicionando su voluntad bipartidista a que los demócratas desistan de sus planes de investigar presuntos casos de corrupción en su Administración, o de obligarlo a que divulgue sus declaraciones de impuestos “aún bajo auditoría”.
“Ellos (los demócratas) pueden entrar en ese juego, pero nosotros podemos jugarlo mejor, porque tenemos una cosa llamada el Senado de EEUU… puedo ver que sea algo extremadamente bueno para mi políticamente porque creo que soy mejor en ese juego que ellos, en realidad, pero ya veremos”, afirmó Trump desde el Salón Este.
El mandatario se refería a que los republicanos del Senado también podrían abrir investigaciones sobre presuntas irregularidades de los demócratas.
En tono triunfalista, Trump se atribuyó crédito porque los republicanos ampliaron su mayoría en el Senado y porque, con su “vigorosa” implicación en la contienda electoral, logró amortiguar “significativamente” la victoria demócrata en la Cámara Baja.
Lo cierto es que, en medio de una gran polarización en el país, la mayoría de los expertos duda de que ambos partidos puedan trabajar de forma bipartidista, sobre todo porque Trump apela a su base con retórica que causa grima entre demócratas e independientes.
“Si el presidente Trump quiere gobernar (sin obstáculos) en estos dos últimos años que le quedan, debe buscar la manera de bajar el tono anti-inmigrante y trabajar con los demócratas”, dijo a este diario José Aristimuño, estratega demócrata y presidente de “NOW Strategies”.
Según Aristimuño, Trump se ha buscado los problemas con la oposición al no ser “transparente” y no respetar su cargo en el Ejecutivo.
Futuro político de Pelosi
Pelosi, de 78 años, hizo historia en 2007 al convertirse en la primera mujer en asumir la presidencia de la Cámara de Representantes, puesto que mantuvo hasta 2011, cuando los republicanos recuperaron el control de ese órgano legislativo aupados por el movimiento ultraconservador “Tea Party”.
Una veintena de líderes del Partido Demócrata exigen “rostros frescos” en puestos de liderazgo, aunque un mayor número está “endeudado” con Pelosi por su espaldarazo en la contienda.
Por ahora ningún se ha presentado para disputar el puesto que la legisladora californiana ha mantenido, como líder de la minoría o mayoría –según la suerte del partido en las urnas-desde 2003.
Trump dijo en Twitter que Pelosi “merece” el puesto, pero Pelosi afirmó que no se trata de merecer o no algo sino de lo que cada candidato pueda ofrecer para avanzar la agenda demócrata.
“Creo que soy la mejor persona para avanzar hacia la unificación, para negociar” con los republicanos, subrayó Pelosi.
Los demócratas realizarán unas elecciones internas el próximo 28 de noviembre, con la meta de someter a voto el futuro de Pelosi en pleno de la Cámara Baja el próximo 3 de enero. Desde la minoría, los republicanos, también tendrán sus elecciones internas para escoger a sus líderes.
Pelosi, conocida por su enorme habilidad para recaudar fondos y mantener la disciplina de partido en las votaciones en el Congreso, se apoyó en dos latinos para elaborar la victoria demócrata en las urnas, aprovechando el descontento de las mujeres y minorías contra Trump.
Los comicios de mitad de término, los primeros bajo la presidencia de Trump, sirven de antesala a la contienda presidencial de 2020, en la que nuevamente los votantes definirán al partido que lleve las riendas en el Congreso y la Casa Blanca.
Aunque en este ciclo electoral los demócratas ampliaron su apoyo entre las mujeres y las minorías y los votantes en los suburbios, siguen afrontando el desafío de ampliar su apoyo en zonas rurales del país, si su meta es impedir la reelección de Trump.
“Los demócratas usaron una estrategia de 50 estados promoviendo asuntos como el cuidado de salud, que les permitió ganar escaños republicanos desde Nueva York hasta Iowa y Oklahoma, y ganar gobernaciones desde Maine hasta Nuevo México… los demócratas seguirán expandiendo su mapa porque ya no hay distrito o estado demasiado republicano en los que no puedan competir”, dijo a este diario Juanita Tolliver, analista del Centro para el Progreso Estadounidense (CAP).
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El Congreso de Estados Unidos tendrá dos mujeres indígenas por primera vez
Pelosi promete llevar la pelea a Trump: “vaciaremos el pantano”
Fuente: El Diario.
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