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Los asesinó, hizo un hueco y sepultó a sus parientes por una herencia


Los asesinó, hizo un hueco y sepultó a sus parientes por una herencia
Vallejuelo.– Truman Capote, periodista y escritor estadounidense en su novela "A sangre fría", relata la fraildad del asesinato de una familia de un pueblo rural norteamericano fue asesinada sin sentido, el doble crimen de dos hombres, previamente reportados desaparecidos, encontrados sin vida y enterrados, con impactos de bala en la cabeza, cuello y espalda coincide con el descrito en la obra con la diferencia de que este asesinato tiene sentido: hay de por medio una herencia que las víctimas negaban a su verdugo.
 
Ambos fueron encontrados sin vida ayer domingo, en la comunidad rural de Sonador, de este municipio, perteneciente a la provincia sureña de San Juan, cuyo móvil para cometer el crimen, según la hipótesis que se maneja, es que puede ser una herencia.
 
Dionisio Ogando Vicente, de 29 años, pariente de los dos hombres, quien está detenido, señalado del crimen y otros tres investigados por el asesinato de: Ercilio Ogando Aquino, de 57 y Juan Bautista Encarnacion, de 50, reportados desaparecidos el jueves 30 de mayo.
 
Además, están arrestados, para fines de investigación, Jorge Luis de los Santos Benítez, Beltrán Marte González y Alberto de los Santos Martínez.
 
Eran vigilantes de equipos pesados utilizados en la extracción de materiales de construcción en una mina en el paraje donde hallaron sus cuerpos.
 
La Policía reportó que encontró en el lugar donde trabajaban una gorra con una perforación de un proyectil sin otros rastros y auxiliados de perros, encontraron los cuerpos sin vida a unos 6 pies de profundidad, con heridas de proyectil de arma de fuego en el cráneo, el pecho, con salida, así como la espalda, según la forense Creucia Encarnacion Encarnacion.
 
Familiares de Aquino Ogando y Encarnacion acusan del doble crimen a Ogando Vicente, quien cometió el crimen en venganza por viejas rencillas personales.
 
Explican que señalado asesino sabe operar máquinas pesadas, por lo después de asesinarlos, tomó uno de esos equipos, cavó una fosa de seis pies, y los sepultó, según los informes de las autoridades policiales y del Ministerio Publico.
 
El lugar donde está la mina de piedras y caliche es una herencia familiar y supuesto asesino forma parte, quien reclamaba su parte, que era negado por las víctimas, al parecer origen de la tragedia, según la hipótesis de las autoridades.
 
Los cadáveres de Ercilio Aquino Ogando y de Juan Bautista Encarnacion fueron enviados al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) con sede en Azua.

Fuente:La Lupa del Sur.

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