Descubren nuevas propiedades beneficiosas en la cáscara del café
Descubren nuevas propiedades beneficiosas en la cáscara del café
Científicos españoles y de EEUU publican los datos de un ensayo que constata que sus compuestos, además de propiedades antiinflamatorias, tienen la capacidad para mejorar los niveles de insulina
Si al café se le están atribuyendo un día sí y otro también innumerables beneficios, no menos le sucede a su cáscara. Ahora científicos españoles y de EEUU acaban de publicar un nuevo estudio que constata su capacidad antiinflamatoria, así como su potencial para mejorar los niveles de insulina. La cáscara es la capa de fruta exterior de la cereza del café, que se ha puesto de moda en los países occidentales como base de preparación de diferentes bebidas.
Diferentes investigaciones previas han sacado a luz sus propiedades biológicas. Es el caso, por ejemplo, de un estudio publicado en la revista 'Food Science and Technology', realizado por científicos de la Universidad de Granada (UGR) y de la Estación Experimental del Zaidín (CSIC), que evaluaron las propiedades biológicas de los subdproductos derivados de lasempresas productoras de café, como los posos de café (PC) o el 'coffee silverskin' (CS), conocido en español como ‘cascarilla’.
Según los investigadores, estos son muy ricos en fibra y compuestos fenólicos, todos ellos beneficiosos para la salud humana. También son ricos en unos compuestos pardos, que dan lugar al color del café, conocidos como melanoidinas (M), las cuales presentan diversas propiedades beneficiosas.
Los subproductos del café son muy ricos en compuestos fenólicos y fibra
El nuevo estudio, llevado a cabo por científicos del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación y del Departamento de Ciencias de la Alimentación (CIAL) y Nutrición Humana de la Universidad de Illinois, destaca: “El sobrepeso y la obesidad se definen como la acumulación excesiva de grasa que puede afectar a la salud y se desencadena por el almacenamiento excesivo de energía como triglicéridos (TAG) en el tejido adiposo".
Alrededor del 13% de la población mundial adulta es obesa; uno de los principales factores de riesgo de enfermedades crónicas, incluida la diabetes tipo 2. La obesidad se asocia con un estado de inflamación crónica de bajo grado que conduce al deterioro de la señalización de la insulina. Y ya se ha demostrado además que la resistencia a la insulina eleva la inflamación.
El valor de los residuos
Los investigadores estaban interesados en el potencial de los compuestos para combatir la inflamación que se encuentran en la película plateada (un residuo que se produce en gran volumen durante los procesos de trilla y torrefacción de este) y la cáscara de los granos de café, no solo por sus beneficios para aliviar lasenfermedades crónicas, sino también por agregar valor a los posibles 'residuos' de productos de la industria procesadora de café.
La investigación, publicada en 'Food and Chemical Toxicology', muestra que cuando las células grasas de los ratones se trataron con extractos a base de agua de la película de los granos de café, dos compuestos fenólicos, el ácido protocatecuico y el ácido gálico en particular, redujeron la inflamación inducida por la grasa en las células así como permitieron una mejor absorción celular de la glucosa y mejorar la sensibilidad a la insulina.
Los hallazgos son prometedores para estos compuestos bioactivos, cuando se consumen como parte de la dieta,como una estrategia para prevenir enfermedades crónicas relacionadas con la obesidad, como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares.
"En mi laboratorio hemos estudiado compuestos bioactivos de diferentes alimentos y hemos visto los beneficios para la prevención de enfermedades crónicas", dice Elvira González de Mejía, coautora del estudio. "Este material de los granos de café es interesante principalmente por su composición. Se ha demostrado que no es tóxico. Y estos fenólicos tienen una capacidad antioxidante muy alta", asevera.
Para el estudio, los investigadores analizaron dos tipos de células, los macrófagos (células de respuesta inmune) y los adipocitos (células grasas), y el efecto de los compuestos combinados de los extractos, así como los fenólicos puros individuales, sobre la adipogénesis: producción y metabolismo de las células grasas en el cuerpo y las hormonas relacionadas. También observaron el efecto sobre las vías inflamatorias.
Cuando hay inflamación relacionada con la obesidad, los dos tipos de células trabajan juntas, atrapadas en un bucle, para aumentar el estrés oxidativo e interferir con la absorción de glucosa, empeorando la situación.
Para bloquear este ciclo y prevenir enfermedades crónicas, los objetivos de los investigadores son eliminar o reducir la mayor cantidad de inflamación posible para permitir que se facilite la absorción de glucosa, así como tener células sanas que produzcan insulina adecuada.
Miguel Rebollo-Hernanz, del CIAL y coautor del estudio, explica cómo los resultados proporcionan información sobre el mecanismo de acción de estos extractos y compuestos puros, y su eficacia potencial para futuros estudios en humanos o animales.
Para el estudio, las células grasas y las células inmunes se cultivaron juntaspara recrear la interacción de la 'vida real' entre las dos células.
"Evaluamos dos extractos y cinco fenólicos puros, y observamos que estos fenólicos, principalmente ácido protocatecuico y ácido gálico, fueron capaces de bloquear esta acumulación de grasa en los adipocitos principalmente al estimular la lipólisis [la descomposición de las grasas], pero también al generar tejido adiposo marrón (TAM es el principal órgano generador de calor en el cuerpo, también un órgano endocrino que secreta factores señalizadores que activan el metabolismo de las grasas y los carbohidratos)", explica Rebollo-Hernanz.
Quemadores de grasa
Significativamente, el TAM se conoce como quemador de grasa y contiene más mitocondrias, un orgánulo importante en las células que convierte los nutrientes en energía. En el estudio, los investigadores observaron que algunos fenólicos fueron capaces de estimular el ennegrecimiento de las células grasas, aumentando el contenido de mitocondrias en los adipocitos o células grasas.
"Los macrófagos están presentes en el tejido adiposo y cuando este crece en exceso, hay interacciones que estimulan la inflamación y el estrés oxidativo", señala Rebollo-Hernanz. "Vimos que estos compuestos pudieron reducir y disminuir la secreción de factores inflamatorios, pero también redujeron el estrés oxidativo".
Cuando los macrófagos interactúan con las células grasas, las células tienen menos mitocondrias. Al tener menos, pierden la capacidad de quemar lípidos. Usando estos fenólicos, los investigadores descubrieron que este impacto de los macrófagos en las células grasas estaba completamente bloqueado. Las células grasas mantuvieron su función.
"Los compuestos que probamos pudieron inhibir la inflamación en los macrófagos. Eso significa retraer muchos marcadores que producen inflamación en los adipocitos. Estos fueron bloqueados", dice De Mejía. "Al llegar a los adipocitos mismos, también vimos la inhibición de diferentes marcadores relacionados con la inflamación. La absorción de glucosa mejoró porque los transportadores de glucosa estaban presentes. Y esto fue de ida y vuelta".
"Ahora sabemos que en presencia de estos compuestos podemos reducir la inflamación, reducir la adipogénesis y disminuir el 'ciclo' que ayuda a los dos tipos de células a crecer y desarrollar compuestos malos que afectarán negativamente a todo el sistema", agrega.
Los investigadores también destacaron el impacto positivo en el medio ambiente del uso de los subproductos del grano de café. Durante el procesamiento del café, el grano se separa de la cáscara, la capa externa del grano. Después de tostar el frijol, se separa la capa de película plateada. "Es un gran problema ambiental porque cuando separan esta cáscara después del procesamiento, generalmente permanece en el campo fermentando, formando moho y causando problemas", explica De Mejía. En todo el mundo, se dejan 1.160.000 toneladas de cáscara en los campos por año, lo que puede causar contaminación, insisten los investigadores
Científicos españoles y de EEUU publican los datos de un ensayo que constata que sus compuestos, además de propiedades antiinflamatorias, tienen la capacidad para mejorar los niveles de insulina
Si al café se le están atribuyendo un día sí y otro también innumerables beneficios, no menos le sucede a su cáscara. Ahora científicos españoles y de EEUU acaban de publicar un nuevo estudio que constata su capacidad antiinflamatoria, así como su potencial para mejorar los niveles de insulina. La cáscara es la capa de fruta exterior de la cereza del café, que se ha puesto de moda en los países occidentales como base de preparación de diferentes bebidas.
Diferentes investigaciones previas han sacado a luz sus propiedades biológicas. Es el caso, por ejemplo, de un estudio publicado en la revista 'Food Science and Technology', realizado por científicos de la Universidad de Granada (UGR) y de la Estación Experimental del Zaidín (CSIC), que evaluaron las propiedades biológicas de los subdproductos derivados de lasempresas productoras de café, como los posos de café (PC) o el 'coffee silverskin' (CS), conocido en español como ‘cascarilla’.
Según los investigadores, estos son muy ricos en fibra y compuestos fenólicos, todos ellos beneficiosos para la salud humana. También son ricos en unos compuestos pardos, que dan lugar al color del café, conocidos como melanoidinas (M), las cuales presentan diversas propiedades beneficiosas.
Los subproductos del café son muy ricos en compuestos fenólicos y fibra
El nuevo estudio, llevado a cabo por científicos del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación y del Departamento de Ciencias de la Alimentación (CIAL) y Nutrición Humana de la Universidad de Illinois, destaca: “El sobrepeso y la obesidad se definen como la acumulación excesiva de grasa que puede afectar a la salud y se desencadena por el almacenamiento excesivo de energía como triglicéridos (TAG) en el tejido adiposo".
Alrededor del 13% de la población mundial adulta es obesa; uno de los principales factores de riesgo de enfermedades crónicas, incluida la diabetes tipo 2. La obesidad se asocia con un estado de inflamación crónica de bajo grado que conduce al deterioro de la señalización de la insulina. Y ya se ha demostrado además que la resistencia a la insulina eleva la inflamación.
El valor de los residuos
Los investigadores estaban interesados en el potencial de los compuestos para combatir la inflamación que se encuentran en la película plateada (un residuo que se produce en gran volumen durante los procesos de trilla y torrefacción de este) y la cáscara de los granos de café, no solo por sus beneficios para aliviar lasenfermedades crónicas, sino también por agregar valor a los posibles 'residuos' de productos de la industria procesadora de café.
La investigación, publicada en 'Food and Chemical Toxicology', muestra que cuando las células grasas de los ratones se trataron con extractos a base de agua de la película de los granos de café, dos compuestos fenólicos, el ácido protocatecuico y el ácido gálico en particular, redujeron la inflamación inducida por la grasa en las células así como permitieron una mejor absorción celular de la glucosa y mejorar la sensibilidad a la insulina.
Los hallazgos son prometedores para estos compuestos bioactivos, cuando se consumen como parte de la dieta,como una estrategia para prevenir enfermedades crónicas relacionadas con la obesidad, como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares.
"En mi laboratorio hemos estudiado compuestos bioactivos de diferentes alimentos y hemos visto los beneficios para la prevención de enfermedades crónicas", dice Elvira González de Mejía, coautora del estudio. "Este material de los granos de café es interesante principalmente por su composición. Se ha demostrado que no es tóxico. Y estos fenólicos tienen una capacidad antioxidante muy alta", asevera.
Para el estudio, los investigadores analizaron dos tipos de células, los macrófagos (células de respuesta inmune) y los adipocitos (células grasas), y el efecto de los compuestos combinados de los extractos, así como los fenólicos puros individuales, sobre la adipogénesis: producción y metabolismo de las células grasas en el cuerpo y las hormonas relacionadas. También observaron el efecto sobre las vías inflamatorias.
Cuando hay inflamación relacionada con la obesidad, los dos tipos de células trabajan juntas, atrapadas en un bucle, para aumentar el estrés oxidativo e interferir con la absorción de glucosa, empeorando la situación.
Para bloquear este ciclo y prevenir enfermedades crónicas, los objetivos de los investigadores son eliminar o reducir la mayor cantidad de inflamación posible para permitir que se facilite la absorción de glucosa, así como tener células sanas que produzcan insulina adecuada.
Miguel Rebollo-Hernanz, del CIAL y coautor del estudio, explica cómo los resultados proporcionan información sobre el mecanismo de acción de estos extractos y compuestos puros, y su eficacia potencial para futuros estudios en humanos o animales.
Para el estudio, las células grasas y las células inmunes se cultivaron juntaspara recrear la interacción de la 'vida real' entre las dos células.
"Evaluamos dos extractos y cinco fenólicos puros, y observamos que estos fenólicos, principalmente ácido protocatecuico y ácido gálico, fueron capaces de bloquear esta acumulación de grasa en los adipocitos principalmente al estimular la lipólisis [la descomposición de las grasas], pero también al generar tejido adiposo marrón (TAM es el principal órgano generador de calor en el cuerpo, también un órgano endocrino que secreta factores señalizadores que activan el metabolismo de las grasas y los carbohidratos)", explica Rebollo-Hernanz.
Quemadores de grasa
Significativamente, el TAM se conoce como quemador de grasa y contiene más mitocondrias, un orgánulo importante en las células que convierte los nutrientes en energía. En el estudio, los investigadores observaron que algunos fenólicos fueron capaces de estimular el ennegrecimiento de las células grasas, aumentando el contenido de mitocondrias en los adipocitos o células grasas.
"Los macrófagos están presentes en el tejido adiposo y cuando este crece en exceso, hay interacciones que estimulan la inflamación y el estrés oxidativo", señala Rebollo-Hernanz. "Vimos que estos compuestos pudieron reducir y disminuir la secreción de factores inflamatorios, pero también redujeron el estrés oxidativo".
Cuando los macrófagos interactúan con las células grasas, las células tienen menos mitocondrias. Al tener menos, pierden la capacidad de quemar lípidos. Usando estos fenólicos, los investigadores descubrieron que este impacto de los macrófagos en las células grasas estaba completamente bloqueado. Las células grasas mantuvieron su función.
"Los compuestos que probamos pudieron inhibir la inflamación en los macrófagos. Eso significa retraer muchos marcadores que producen inflamación en los adipocitos. Estos fueron bloqueados", dice De Mejía. "Al llegar a los adipocitos mismos, también vimos la inhibición de diferentes marcadores relacionados con la inflamación. La absorción de glucosa mejoró porque los transportadores de glucosa estaban presentes. Y esto fue de ida y vuelta".
"Ahora sabemos que en presencia de estos compuestos podemos reducir la inflamación, reducir la adipogénesis y disminuir el 'ciclo' que ayuda a los dos tipos de células a crecer y desarrollar compuestos malos que afectarán negativamente a todo el sistema", agrega.
Los investigadores también destacaron el impacto positivo en el medio ambiente del uso de los subproductos del grano de café. Durante el procesamiento del café, el grano se separa de la cáscara, la capa externa del grano. Después de tostar el frijol, se separa la capa de película plateada. "Es un gran problema ambiental porque cuando separan esta cáscara después del procesamiento, generalmente permanece en el campo fermentando, formando moho y causando problemas", explica De Mejía. En todo el mundo, se dejan 1.160.000 toneladas de cáscara en los campos por año, lo que puede causar contaminación, insisten los investigadores
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