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Juez le canta 210 años de cárcel a un dominicano.


Juez le canta 210 años de cárcel a un dominicano por el asesinato de criollo en restaurante de Providence en 2021

Miguel Cruz Tejada.

En un caso que ha conmocionado a la comunidad dominicana en Providence, Rhode Island, Juan Rivera ha sido sentenciado a 210 años de cárcel por el brutal asesinato de su compatriota Jorge García.

Este crimen, ocurrido mientras la víctima desayunaba en un popular restaurante dominicano, ha dejado una huella imborrable en la comunidad y ha llevado a las autoridades a tomar medidas severas contra los perpetradores.
El crimen y la sentencia

El 25 de septiembre de 2021, Jorge García, de 38 años, fue asesinado a tiros por Juan Rivera, de 37 años, en el restaurante «Roque’s Café» ubicado en la calle Broad. El ataque ocurrió a plena luz del día, a las 8:56 de la mañana, cuando García estaba desayunando con un amigo.

Rivera, quien ingresó al local con una sudadera negra y una máscara, disparó seis veces contra García, causándole la muerte instantánea.

La sentencia impuesta por el juez Kristen E. Rodgers fue extremadamente severa: dos cadenas perpetuas consecutivas sin posibilidad de libertad condicional, además de una sentencia adicional de 10 años, de los cuales los primeros cinco no son elegibles para libertad condicional. Esta sentencia refleja la gravedad del crimen y la determinación de las autoridades de mantener a Rivera fuera de las calles.

El juicio, que duró 14 días, culminó con el veredicto de culpabilidad para Rivera en múltiples cargos: asesinato, conspiración para cometer asesinato, disparo de arma de fuego durante la comisión de un delito violento con resultado de muerte, porte ilegal de una pistola, posesión de un arma de fuego por una persona prohibida y agresión con arma mortal.

Durante el juicio, la fiscalía presentó pruebas irrefutables de que Rivera fue el autor del crimen. Las grabaciones de video de vigilancia mostraron sus movimientos antes y después del asesinato, lo que fue crucial para su condena.

La policía de Providence jugó un papel fundamental en la recopilación de estas pruebas y en el arresto de Rivera, quien fue detenido en el aeropuerto Logan de Boston mientras intentaba huir a la República Dominicana.
Declaraciones de las autoridades

El fiscal general Peter Neronha expresó su determinación de combatir la violencia armada y proteger a las comunidades de Rhode Island. En su declaración, Neronha subrayó la importancia de mantener un enfoque decidido para prevenir tragedias similares y responsabilizar a los perpetradores.

El coronel de la policía de Providence, Oscar L. Pérez Junior, también enfatizó la necesidad de mantener las calles seguras y destacó la colaboración entre la policía y la fiscalía para lograr la condena de Rivera.

Ambos funcionarios esperaban que la sentencia brindara un sentido de justicia y paz a la familia de Jorge García.

La investigación del asesinato de Jorge García fue minuciosa y abarcó varios meses. Tras el crimen, la policía de Providence utilizó videos de vigilancia para rastrear los movimientos de Rivera. Esta evidencia fue crucial para su arresto en el aeropuerto Logan de Boston.

Rivera no actuó solo; un segundo sospechoso, Julio Castro, de 36 años, también fue arrestado en Providence el mismo día.

Además del asesinato de García, Rivera y Castro estaban bajo investigación por el asesinato de otro dominicano, Josué Calderón, en Pensilvania. Calderón fue hallado muerto en un área boscosa de la autopista Blue Ridge Parkway en Carolina del Norte, y se sospecha que ambos hombres estuvieron involucrados en su muerte. Esta conexión entre los crímenes refuerza la imagen de Rivera y Castro como delincuentes peligrosos y habituales.
Justicia y repercusiones

La sentencia de 210 años impuesta a Juan Rivera es un reflejo de la gravedad de sus crímenes y de la firmeza de las autoridades en su lucha contra la violencia armada. Aunque ninguna condena puede devolver la vida a Jorge García, esta sentencia ofrece una medida de justicia para su familia y un fuerte mensaje de disuasión para otros potenciales delincuentes.

La comunidad dominicana de Providence, aunque sacudida por este trágico evento, puede encontrar algo de consuelo en el hecho de que los responsables han sido llevados ante la justicia. La cooperación entre la policía y la fiscalía, y la efectividad del sistema judicial, son fundamentales para mantener la seguridad y la justicia en nuestras comunidades.

noticia.do/.

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