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Grandes editoriales demandan a Florida por “inconstitucional” ley de veda de libros.


Varias grandes editoriales de Estados Unidos demandaron el jueves a las autoridades educativas de Florida por la ley estatal HB 1069 que prohíbe los libros de contenido sexual en las bibliotecas escolares.

Las editoriales argumentan en su demanda que la ley ha desencadenado una ola de retiradas de libros de las bibliotecas que es una violación de la Primera Enmienda.

Las seis editoriales (Penguin Random House, Hachette Book Group, HarperCollins Publishers, Macmillan Publishers, Simon & Schuster y Sourcebooks), junto con Authors Guild y algunos autores de libros destacados, presentaron el jueves una demanda de 94 páginas en un tribunal federal de Orlando.

La polémica ley HB 1069, firmada en 2023 por el gobernador estatal, el republicano Ron DeSantis, entre otras cosas permite a los padres de familia impugnar de las bibliotecas públicas escolares libros que consideren sean de índole pornográfico, sexual o tengan relación con la identidad de género.

Los demandantes señalan en la querella, interpuesta en una corte federal de Orlando, en el centro de Florida, que a raíz de esta norma se han retirado de las estanterías escolares clásicos de la literatura universal como ‘Anna Karenina’, de León Tolstoi, o ‘Por quien doblan las campanas’, de Ernest Hemingway, entre muchos otros.

“Florida ha exigido que estos y otros libros sean retirados de las bibliotecas escolares bajo sus amplios mandatos generales y basados en el contenido, los cuales prohíben la consideración del valor de los libros”, denuncian las editoriales en la querella.

Los libros en cuestión son “clásicos atemporales, reconocidos por su valor literario”, además de laureados y éxitos de ventas, que han estado en las bibliotecas escolares durante años y “no son ni remotamente obscenos”.

Alegan que el lenguaje vago y confuso de la ley ha llevado a que las juntas de los distritos escolares se apresuren a ordenar la retirada de “cientos” de publicaciones de las estanterías de escuelas públicas en todo el estado.

La ley en cuestión concede cinco días para la retirada de los libros impugnados, que serán revisados por los distritos escolares y, si éste considera que no contiene material que es objeto de la norma, puede ordenar que sea restaurado en la biblioteca.

Si tuviera alguna referencia a una “conducta sexual” pueden permanecer en los estantes, pero etiquetados acorde al grado o edad correspondiente.

El gobernador republicano de Florida Ron DeSantis ha defendido la norma bajo el argumento de que concede a los padres de familia el derecho a objetar publicaciones que consideren sean pornográficas o con material sexual explícito.

La norma es similar a otras promulgadas en otros estados conservadores, que desde hace unos años han impuesto restricciones a las bibliotecas escolares.

De acuerdo con la organización PEN America, bajo el gobierno de DeSantis, “Florida ha prohibido más libros que cualquier otro estado” desde que en 2021 “comenzó esta ola de censura sin precedentes”.

LAOPINION.

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