El Comité de Seguimiento a la Gestión Local (COSEGELO): Entre la vigilancia y la pérdida de credibilidad.

Por Hércules Urbáez.

El Comité de Seguimiento a la Gestión Local (COSEGELO) nació con la misión de supervisar las acciones de la alcaldía de Cabral, ganándose el respaldo popular al exigir transparencia y rendición de cuentas. Con un enfoque centrado en la defensa del interés colectivo, el movimiento logró consolidarse como una herramienta de vigilancia ciudadana en sus primeros días.  

No obstante, con el paso del tiempo, la organización parece haber perdido el rumbo. Su asociación directa con el alcalde de Cabral, Rolbik Urbáez, ha suscitado críticas, recordando el desenlace de La Marcha Verde, un movimiento que comenzó con un fuerte clamor por la justicia, pero terminó siendo vinculado al gobierno de Luis Abinader Corona.  

COSEGELO, que se presentó inicialmente como un ente independiente, enfrenta hoy un fuerte cuestionamiento sobre su legitimidad. Dos de sus miembros más representativos asumieron posiciones en la administración municipal, una situación que contrasta con el espíritu crítico con el que demandaron cuentas claras a la gestión del exalcalde Rafael Ferreras "Pepe".  

Entre los líderes que dieron cara al movimiento se encuentran Isaac Ferreras, Américo Vargas y la profesora Olmeda Acosta, figuras clave en la lucha por garantizar que los fondos públicos se destinaran al desarrollo de los sectores más vulnerables de Cabral.  

La contradicción más evidente en este panorama es que, bajo la gestión actual, el presupuesto participativo, una de las principales demandas del movimiento, no ha sido ejecutado. A ello se suma el notable aumento en la nómina de la alcaldía, con la inclusión de familiares del alcalde, mientras los integrantes de COSEGELO guardan silencio ante lo que muchos consideran nepotismo.  

Con esta transformación, COSEGELO pasó de ser un movimiento ciudadano vigilante a convertirse en una plataforma política que facilitó el acceso de algunos de sus miembros a posiciones en la administración pública, dejando atrás su propósito inicial y poniendo en duda su compromiso con la comunidad.

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